sábado, 26 de marzo de 2016

Nostalgia del hoy

Nostalgia, es una palabra que viene a veces pequeña para el sentimiento que en realidad sientes, siempre escribo sobre cosas que me pasaron de pequeño, pero son recuerdo, nada más, pero si los unes son una vida entera. La verdad, lo que más echo de menos es la sensación de ilusión ante todo, algo que nunca hubiera visto, o sentido. Es  una de las ventajas de ser niño, de un día para otro puedes descubrir algo nuevo y los días suelen ser distintos, haces nuevos amigos, descubres nuevos objetos, nuevos sabores, nuevas sensaciones, todo un abanico de cosas que ya de adulto lo ves tan… típico, que ni si quieras lo piensas o miras dos veces. De adulto es todo tan monótono, las cosas no te ilusionan tanto, por no decir nada, y ya sabes el final de los cuentos, las cosas son tan repetitivas y predecibles que a veces sabes cómo va a desarrollarse un día, por no decir una semana entera, o incluso meses. Siempre estas a la espera de eso que te hace ilusionarte, aunque hay que decir que de mayor casi todo lo que tiene que ver con la ilusión (nuevo) va unido descaradamente con un desembolso de dinero, ponen precio a tu felicidad, pero lo peor es que somos tan idiotas que lo aceptamos así.
Lo que más me gustaba cuando era pequeño era el olor a libro (o cómic) nuevo, ese olor a tinta, a papel, como plastificado, pero sensación de folio normal, ese crujido al abrirlo cuando eran libros de tapa dura, esa dificultad para mantenerlo abierto, que se cerraba solo, como si no quisieras descubrieras sus secretos… esa decepción en algunos de ellos cuando no te gustaban, pero aun así, ya habías sentido casi toda la emoción que podrían brindarte simplemente porque, sin estar escrito tu nombre, sabias que era de tu propiedad.
Es curioso que esa sensación de mayor sea tan… insignificante, ya no tienes esa euforia al tener algo nuevo, pero lo que más me sorprende es que esos libros, que tenias abandonados en tu estantería y que te aburrían ya de tanto leer, te despierten una sensación única de ilusión mezclada con esa nostalgia, haciendo que esa receta, te haga sentir algo superior a todo lo nuevo que tengas. No solo hay libros, hay canciones, melodías, sabores, imágenes o incluso personas que te hacen sentir esa sensación sin ni si quiera desearlo.

Me parece tan absurdo a veces cuando la gente reniega de las cosas pasadas (aunque luego colecciones cosas de esa época), sinceramente creo que me lo pasaría mil veces más divertido jugando al escondite en un parque que viendo una película en la tele, pero claro está, son cosas de “críos”, porque crecer tiene un precio y es ese, no poder volver a ilusionarnos con lo que de pequeños lo hacía, y si es así, no poder decírselo a nadie. Es imposible describir las sensaciones con palabras, pero hay cosas, que sin ser sentimientos, la representan perfectamente.

0 comentarios:

Publicar un comentario

 
;