Todo el mundo tiene miedo a cosas, pero
siempre dentro de esos miedos hay uno especial, ese que te da pánico, que solo
de verlo, oírlo o simplemente imaginártelo te horroriza y te paraliza. Hay
muchos, algunos que se podrían considerar absurdos, pero que cuando los
"padeces" tienen que ser horribles. Pues el mío, es uno de esos
absurdos, uno que tiene la cura más sencilla del mundo (que no voy a realizar
jamás) y que cuando lo siento, hago lo imposible por librarme de él. Hay muchos
términos en Internet, pero se le llama (científicamente) emetofobia, ¿qué
significa? fobia a vomitar, la suerte es que es solo a vomitar yo, puedo
soportar verlo, oírlo, olerlo no, pero quien puede?... y como se soluciona? Muy
simple, vomitando, nada más, cuando la persona ve que no le va a matar eso,
pues ya no siente esa ansiedad y ese terror, pero no va a ser mi caso (hasta
que mi cuerpo irremediablemente me lo pida)
¿Por qué este trastorno? Desde los 10
años, siempre he sentido nauseas sin tener ningún motivo aparente, de repente
me dan y ya está, ahí se queda hasta que se pasan, aunque casi siempre era a
las 3 o 4 de la mañana, esas horribles noches en vela. Otra vez me acuerdo que
me dio en un Telepizza, el día que inventaron las pizzas con bordes de queso,
me acuerdo como si fuera ayer, sentado en los columpios de la zona recreativa,
sin ni si quiera probarlos, con la "escusa" de que me había mareado
en el coche, pero lo peor fue cuando tenía unos 12 o 13 años, me tire 1 mes con
nauseas, o como yo decía, mareado, ya que se asemeja mucho a la sensación de
mareo del coche, imaginaros, 1 mes entero, día y noche con esa sensación,
siempre con ganas de vomitarla, pero eso sí, no lo hice ni una vez. Estuve de
médicos, hasta hospitales el día que me sentía peor, pero aun así nada, todos
los médicos decían que eran gases, que ya se me pasaría, así que... A casa y
mañana será otro día. Mi padre cansado de médicos, me llevo a un especialista
del estomago, el cual me hizo unas pruebas y vio que tenía una hernia de
hiato, algo no muy común en niños de esa edad y como era descartado por los
médicos, me mandaban potentes anti ácidos y medicación para gases, sin contar
la debilidad de mi estomago en ese momento. En ese mes, cuando sentía los
síntomas, mi padre me recomendó subir y bajar las escaleras, con los botes que
daba liberaba poco a poco los gases del estomago, haciendo que se me calmaran,
luego me preparaba una manzanilla y como nuevo, pero... ¿Y el día que no había
escaleras? O como me pasó una vez que me dio en clase, que hacía? Una escusa
ridícula y a subir y bajar escaleras, siendo aún más bicho raro que
antes.
Esta fobia en la actualidad es, por así
decirlo peor, ya que antes tenía la inocencia o ignorancia de creer que subir y
bajar escaleras me ayudaba en algo, haciendo que psicológicamente me resultará
muy fácil mentalizarme y hacía que desapareciera rápido, pero ahora, ya soy
consciente totalmente de todo, y eso hace que me lave las manos 20 veces al
solo al cocinar o siempre que toco dinero, que si alguien está enfermo sea
incapaz de acercarme (solo si el contagio conllevará en algún momento en
vomitar) haciendo bromas para alejarme, pero sabiendo que no me voy mover de la
distancia de "seguridad", no comerme la comida que piense que
lleva abierta más de "X" días o simplemente porque cumple cerca o lo
más estúpido de todo, no comer nada en los bares con las manos, mi lógica?
(Aunque sepa que es tontería) porque he tocado la mesa, he trabajado de
camarero, sé que con la misma ballesta limpias 15 mesas y media barra sin
limpiarla, tiene sentido, pero no todos los bares son así...
Son un cúmulo de tonterías y manías que
con el paso del tiempo, creo que se están más o menos agravando, sobre todo por
mi experiencia laboral, pero que tampoco son malas, hacerme daño no lo hacen,
excepto lo de subir y bajar escaleras, ya que cuando me da lo de la hernia,
sigo haciéndolo, pero si veo que no se pasa, más de una vez he terminado con calambres
horribles en las piernas y sudando solo para calmarme un poco, es más hay veces
que el mareo es mayor por el esfuerzo que por el estomago al final, como en
Granada, que mi pareja en ese tiempo, me tuvo que coger que me caía al suelo de
lo débil que quede, pero no puedo evitarlo...
Cada uno tiene sus miedos, yo nunca he
juzgado ninguno, porque sé que los más tontos, son los peores
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